- Altitud: cuanto más subimos, mayor es la intensidad de la radiación
Oblicuidad: el ángulo de incidencia sobre la superficie terrestre hace variar también la intensidad, cuanto más perpendiculares mayor intensidad (esto es en verano). - Factores climáticos: las nubes y la humedad absorben las radiaciones, lo cual hace disminuir su intensidad (¡ojo!, solo disminuye la intensidad, aunque no desaparecen sus efectos, ¡cuidado con los días nublados!).
- El tipo de piel, Las personas de piel clara tienen mayor riesgo de sufrir quemaduras y padecer un cáncer de piel (esto es debido al efecto protector de la melanina). La piel de los niños es especialmente sensible por lo que siempre es mejor utilizar un protector alto. Por estos motivos habrá que tomar precauciones frente al sol siempre, pero especialmente en verano, en alta montaña y en días despejados. Los efectos perjudiciales de las radiaciones solares son variados. Inicialmente causan un enrojecimiento de la piel que horas más tarde aumenta, es la típica quemadura. En unos días aparece la coloración cutánea por aumento de producción de melanina (ese bronceado tan buscado). El abuso del sol, con los años, da lugar a la aparición de envejecimiento prematuro de la piel, manchas, arrugas, cataratas, y, a la larga, cáncer cutáneo o tumoraciones superficiales. En pocos tumores existe una relación causa-efecto tan claramente demostrada. Estas consecuencias negativas podemos evitarlas con una buena protección solar.
¿Qué es el FPS (Factor de Protección Solar)?Se define como la relación entre el tiempo necesario para la aparición de eritema (enrojecimiento) usando un filtro solar y el tiempo necesario para que se produzca ese mismo eritema sin el filtro. Hace referencia al tiempo que nos podemos exponer al sol sin riesgo de quemaduras. Más o menos se establece:

Las normas básicas para obtener un buen resultado con nuestro fotoprotector son las siguientes:
- Aplicar el fotoprotector en casa, nunca en la playa o en la montaña.
- Hacerlo sobre la piel bien seca.
- Aplicarlo 30 minutos antes de exponerse al sol.
- No escatimarlo
Otras recomendaciones para el sol:
- Elegir el fotoprotector más adecuado a cada tipo de piel. Cuanto más clara más alto debe ser.
- Utilizarlo aunque esté nublado.
- Protegerse la cabeza con un sombrero o gorra y los ojos con gafas de sol adecuadas (hay una amplia gama de gafas de sol para niños de todas las edades)
- Utilizar una barra de protección solar para los labios (la piel de esta zona es más sensible a las agresiones y a la deshidratación)
- En verano evitar exponerse directamente entre las 11 y las 15 horas.
- Beber abundantemente, (siempre hay que llevar agua de sobra en la cantimplora)
- Si vamos a bañarnos hay que tener en cuenta que el agua eliminará parte o todo el fotoprotector y habrá que aplicarlo de nuevo. Hay una serie de cremas que son resistentes al agua, pero hay que leerse las instrucciones de uso para aplicar una nueva capa transcurrido el tiempo recomendado por el fabricante.
- Para curarnos en salud es mejor abusar que quedarnos cortos.
¡Disfrutá del sol pero con precaución!
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